viernes, 18 de enero de 2013

Deseos de cosas imposibles

Necesitaba escribir.

Llevo una semana que realmente no termino de saber como estoy. Si me encuentro bien, si me encuentro mal o si sencillamente no me encuentro. 

Hacía muchísimo tiempo que no se me removían los cimientos. Que sí, que cuando recordaba mi anterior historia, la que escribí durante tres años entre Benidorm, Ibi y Alicante, me dolía. Me dolía su indiferencia, me dolía que desapareciese, me dolía pasar del todo a la nada sin saber aún la razón. Podía estar genial y de repente que un recuerdo o una canción colocase de nuevo el pasado en mi presente provocando dolor.

Llevo una semana sin acordarme absolutamente nada de eso y hay un culpable.

El culpable existe antes de que ni siquiera tú aparecieses. Él apareció un día de septiembre y contigo me crucé un par de meses después. Desde el momento cero Él me ganó, pero desde ese preciso momento supe quizás nunca podría estar junto a mí. 

Cada mirada, cada gesto, cada sonrisa, cada momento en el que nuestras manos se rozaban yo sentía algo que no sabría definir pero durante todos estos años siempre se limitó a eso: miradas, gestos, sonrisas y una complicidad que jugaba con lo que podía ser pero no era.

Hoy se lo que es una caricia suya, lo que es sentir un abrazo y a que saben sus labios. Hoy hace una semana que todo lo que durante tantos años soñé se hizo realidad. Hoy hace siete días que han borrado de un plumazo a quien tanto quise pero no puedo decir que lleve una semana feliz, no. Hoy hace una semana que te has convertido en ese algo que se con seguridad que quiero... pero no puedes estar conmigo. 

A veces pienso que me gusta estar mal, que es mi sino. No es agradable. Ahora mismo mientras escribo no puedo evitar secarme los ojos cada tres palabras recordando que hace una semana por un momento deseé que el mundo se acabase ahí porque por fin eras Tú. 

Pero el mundo no se acaba y ahora la sitación es la que es. Estoy pendiente de un gesto, espero una llamada, necesito darte un abrazo, llorar y decirte que te quiero. Necesito que seas mi presente y si me pican los ojos es porque soy consciente de que tu presente está ocupado...

Hace meses ya te dediqué una entrada aquí ("Eres mi deseo?") y se que sabes que es a ti a quien me he referido en varias ocasiones por aquí "enano".

Si durante tantos años has estado de algún o de otro modo presente te puedo asegurar que ahora que se lo que es besarte, abrazarte y decirte a la cara que te quiero va a resultar imposible apartarte de mi pensamiento.

Necesitaba escribir.
Necesito que hablemos.

Gracias por apartarlo a él de un plumazo....aunque ahora puedas estar doliéndome tú.